La Confederación General del Trabajo (CGT) está dispuesta a romper su vínculo con el Gobierno. Convocó de urgencia a su consejo directivo para el jueves próximo para definir “un plan de acción” ante la presentación del proyecto de ley de reforma laboral, cuyos ejes serán la flexibilización para contratar y despedir personal, limitar el ejercicio del derecho a huelga y debilitar la acción sindical.
La primera señal de rechazo a la iniciativa la dio Gerardo Martínez, el representante cegetista en el Consejo de Mayo. El jefe de la Uocra, que estuvo el fin de semana en Washington en reuniones vinculadas al Banco Internacional de Desarrollo, se ausentó de la presentación en la Casa Rosada de la iniciativa oficialista. “Planteamos nuestras objeciones en el consejo”, dijeron cerca del sindicalista.
A la CGT le cayó tan mal el contenido del proyecto oficial de reforma laboral como la urgencia que la senadora libertaria Patricia Bullrich le quiere imponer al debate. “No nos van a llevar de las narices”, dijo un histórico sindicalista, que conoce a la legisladora desde los tiempos de la Alianza, cuando fue ministra de Trabajo de Fernando de la Rúa e intentó sin éxito avanzar con una iniciativa similar, que se cayó por la denuncia de sobornos a senadores. La denominada “ley Banelco”. Bullrich pretende que la iniciativa que envió Milei comience a tratarse en el Senado esta misma semana y que se trate en el recinto antes de fin de año.
La estrategia de la CGT es abrir un canal de diálogo con gobernadores y legisladores de la oposición para intentar evitar que el proyecto avance en el Congreso. Hubo reuniones con los mandatarios de Provincias Unidas y con legisladores del PJ. Pero no hay optimismo en que el proyecto no avance en el Congreso, teniendo en cuenta que La Libertad Avanza quedó como la primera minoría y selló alianzas con otros bloques dialoguistas.
El ala más dura de la central obrera no descarta activar un plan de lucha, que contemple presentaciones judiciales [consideran inconstitucional las limitaciones al derecho a huelga], pero que también se debata la posibilidad de una manifestación callejera o un nuevo paro general. La CGT ya le activó tres huelgas generales a la gestión de Milei, todas ellas con impacto dispar.
Será, además, el debut del triunvirato de mando que integran Jorge Sola, Cristian Jerónimo y Octavio Argüello. Antes de asumir, los tres ya sabían que el fin de año los podría poner en la vereda de enfrente del Gobierno por la reforma laboral.
“El borrador del proyecto de reforma laboral que envió el Gobierno es regresiva, no protege al trabajador”, consideró un abogado laboralista que asesora a por lo menos cinco gremios de peso que integran la CGT.
El debate del jueves en la CGT se anticipa tenso y caliente, ya que será el primero con las diferentes tribus después de lo que fue el recambio de autoridades, que dejó a varios dirigentes disconformes con el reparto de poder interno.
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