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La secretaria de Agricultura del gobierno de Donald Trump, Brooke Rollins, dijo este martes que en los próximos días habrá novedades sobre la importación de carne argentina a Estados Unidos y afirmó que la cantidad “no será mucha”. Agregó, además, que en la Argentina “hay un problema de aftosa” que es “un desafío”, aunque en realidad el país fue declarado libre de esa enfermedad.
En cuanto a la aftosa la funcionaria se equivocó: Argentina no tiene ningún problema ya que no presenta ningún brote desde hace 24 años. Además mantiene una estricta campaña de vacunación.
En una entrevista con la cadena CNBC, a Rollins le preguntaron este martes sobre las recientes declaraciones del presidente Donald Trump, que dijo el domingo que para bajar los precios en los supermercados, importarían carne de Argentina.
Las palabras de los funcionarios surgen en medio de las negociaciones de ambos países para un acuerdo comercial, que el Gobierno viene diciendo ya desde la semana pasada que será anunciado en forma inminente. Este anuncio incluiría una posible ampliación de la cuota de importación de carne argentina a EE.UU., de 20.000 toneladas que ya ingresan con arancel cero para llevarla a 60 o 70.000 toneladas, según estiman fuentes al tanto de las negociaciones.
A las toneladas nuevas se les aplicará un arancel del 10%, inferior al actual. Pero aún no hay novedades sobre el acuerdo, que se negocia en confidencialidad.
En su entrevista, Rollins comenzó diciendo que el secretario de Salud, Robert Kennedy, está impulsando una nueva dieta a nivel nacional con consumo de más proteínas. “Tenemos que asegurarnos de que tenemos la producción para poder alinearnos con eso. Así que sí, el Presidente ha dicho que está en conversaciones con Argentina. Creo que escucharemos más sobre eso en los próximos días o dos, pero como parte de 12 millones de toneladas métricas (que es lo que produce EE.UU), no será mucho”, dijo.
La secretaria, además, señaló que “Argentina también enfrenta un problema de fiebre aftosa y en el Departamento de Agricultura tenemos que garantizar que nuestra industria ganadera esté segura”, dijo.
Sin embargo, la Argentina está libre de aftosa desde hace varios años. De hecho, en el marco de la 92 Sesión General de la Asamblea de Delegados, la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) entregó en junio de este año a la delegación argentina el certificado que ratifica la condición sanitaria de Argentina como país libre de fiebre aftosa.
Rollins siguió: “La fiebre aftosa también es un desafío, así que estamos en ello. Estamos en primera línea. Vamos a asegurarnos de que nuestra industria ganadera esté protegida, pero este es un mercado muy matizado y muy complejo, pero que nos estamos moviendo en todas las direcciones posibles para asegurarnos de que tenemos un buen futuro para estos ganaderos”.
Los ganaderos estadounidenses, que es un sector que mayoritariamente votó por Trump, criticaron enseguida la posibilidad de aumentar el ingreso de carne argentina a EE.UU.
Bill Bullard, director ejecutivo de R-CALF USA, la asociación ganadera más importante de EE.UU., dijo que importar más carne de vaca es una curita a corto plazo que será perjudicial para la salud a largo plazo de la industria ganadera. "Instamos al presidente a proteger a la industria nacional de las importaciones que deprimen los precios excesivos, para que nuestra industria pueda reconstruirse y expandirse para satisfacer el consumo interno", dijo.
"Intentar reducir los precios internos de la carne de res simplemente invitando a más importaciones exacerbará y acelerará el desmantelamiento en curso de la cadena de suministro nacional de carne”, agregó.
Rollins se había opuesto al paquete de ayuda a la Argentina, anunciado en septiembre, y le había enviado un mensaje de preocupación al secretario del Tesoro Scott Bessent, que fue captado por un periodista que fotografió el teléfono del funcionario mientras lo leía.
Allí Rollins se quejaba de que EE.UU. estaba ayudando a la Argentina, cuando los productores agropecuarios estadounidenses estaban en problemas y se veían perjudicados por la venta de soja argentina a China.

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