Todos los caminos conducen a Máximo Kirchner para ocupar el primer lugar de la lista de candidatos a diputados nacionales. Al menos, eso parece en el final de la semana y a 72 horas de que se cierren las listas en todo el país. El hijo de la ex presidenta tiene consenso de una parte de los intendentes y, sobre todo, no tiene ningún veto potente que le impida llegar a ese lugar.
En su entorno dicen que “tiene ganas” y que el respaldo de varios intendentes y dirigentes lo contienen para lanzarse. Además, advierten que en una sociedad y un escenario político polarizado, donde se van a contraponer dos modelos bien extremos, su presencia en la campaña será efectiva para polarizar la discusión.
“Todo lo que dice Milei es contra el kirchnerismo. Incluso, esa bandera desafortunada con la inscripción del Nunca Más. Entonces, Máximo parece una buena opción para representar el otro extremo de lo que él representa”, explicó a Infobae un dirigente cercano al líder de La Cámpora.
A sus íntimos, Kirchner les dijo que hará lo que su madre le pida. De esa forma, busca darle mayor centralidad y poder en la conducción política. Fortalece esa idea y esa concepción sobre el rol de Cristina Kirchner. “Son más los que no tienen ganas de ser que los que realmente quieren competir”, reflexionó un importante nombre propio del camporismo. Y agrego: “No es una elección trascendente”.

En el kirchnerismo creen que es imprescindible que Axel Kicillof se reúna con la ex presidenta para terminar de delinear la lista de candidatos. “Lo ideal sería que la vaya a ver a San José”, sostuvo un dirigente cercano a la ex mandataria. Esperan que la vaya a ver y que terminen de delinear, personalmente, las condiciones con las que se armará la lista. “Axel no tiene problema de ir”, replicaron en La Plata.
La posibilidad de que se comuniquen está vigente. Hablaron antes del cierre de listas provincial, en el medio de un clima muy caldeado, y lo más lógico es que lo vuelvan a hacer. En paralelo, CFK tiene la idea de que la lista tenga la mayor representatividad del espacio posible. El mejor escenario es que su hijo, Massa, Guillermo Moreno y Grabois estén adentro. Es, a esta altura del calendario, un escenario difícil de imaginar.
En el kicillofismo aclararon que el Gobernador no va a vetar a ningún candidato. “Si CFK decide que sea Máximo, está perfecto. Nosotros no vamos a discutir la cabeza”, precisó un ministro bonaerense. El cierre bonaerense fue tan traumático que dejó heridas indisimulables. Lo que piden en La Plata es que estén representados los cuatro lugares que ocupan las bancas de dirigentes cercanos al Gobernador. Son los casos de Hugo Yasky (sindicalismo), Daniel Gollan (MDF), Julio Pereyra (intendentes) y Brenda Vargas Matyi (La Matanza).
“¿No van a discutir la cabeza? Se ve que les interesa mucho esta elección y fortalecer la oposición a Milei”, deslizaron, con ironía y fastidio, en el entorno de CFK. La ruptura interna es bastante bien disimulada por la campaña y las fotos con sonrisas forzadas. Pero adentro, como aceptan en todas las terminales del peronismo, está todo roto. Eso no cambió.
Las acciones del líder camporista crecieron después de que desde el massismo se escurriera la información sobre el rol que jugará Sergio Massa en las elecciones. “No va a ser candidato. Va a poner gente del espacio en la lista, pero no va a jugar”, aseguró una voz importante en el esquema del Frente Renovador.

Sin embargo, el ex ministro no ha dicho nada en público y en el peronismo nadie descarta que el domingo, en el último día de negociación, sea erigido, consenso mediante, como el nombre indicado para encabezar la lista. “Es demasiado temprano para que haya certezas”, asumió un legislador K, teniendo en cuenta que la negociación, inevitablemente, se estirará hasta el domingo.
En paralelo, Juan Grabois sigue sin definir si formará parte de la propuesta electoral de Fuerza Patria o si va a presentar una lista propia. Ya avisó que si Massa encabeza, él jugará en una lista paralela. Es decir, el peronismo se fracturará. Por eso algunos dirigentes creen que una posible candidatura de Máximo Kirchner puede contener a Grabois y evita un quiebre en la provincia.
“Hicimos un planteo político que tiene que ver con quién va a encabezar la lista, el perfil político de la propuesta electoral y con el nivel de representación de nuestro espacio. Vamos a estar plantándonos en esa posición hasta el domingo. Depende de lo que pase con esas tres cosas, estaremos adentro o estaremos afuera”, indicaron cerca de Grabois.
Tres días en una negociación cruzada por la lista es una enorme cantidad de tiempo. No hay certezas ni definiciones innamovibles. Los nombres que giran en las oficinas del peronismo son los mismos. Además del líder camporista y el ex ministro de Economía, aparece en acción el intendente de Pilar, Federico Achával, que sería una cara nueva para una batalla que será aún más dura que la del 7 de septiembre. Cualquier otro nombre por fuera de ese tridente, sería una sorpresa.
