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El PRO, del predominio porteño a la absorción libertaria

hace 15 horas en perfil.com por Juan Cruz Acebey*
Carlos Fara: “El PRO prefirió ser socio menor antes que quedar afuera del juego”

Propuesta Republicana (PRO) es un partido que tiene sus raíces en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Se gestó alrededor de la figura de Mauricio Macri en el momento en que el empresario buscó dar el salto del mundo empresarial y deportivo a la política. Veinte años después de su fundación, el partido se encuentra cuasi absorbido por La Libertad Avanza (LLA), un partido de reciente creación y gestado en torno a la figura de Javier Milei. ¿Qué pasó para que un partido que llegó a la presidencia e incluso a desplazar a la UCR como principal fuerza antiperonista esté al borde de desaparecer?

El PRO surgió como partido alrededor de la figura de Mauricio Macri. El precedente inmediato al PRO fue el Frente Compromiso para el Cambio, frente por el que Macri intentó llegar a la jefatura de gobierno de CABA en 2003. En aquella elección, obtuvo una primera minoría con el 37,5%, pero Macri fue derrotado en segunda vuelta frente al entonces jefe de gobierno porteño Aníbal Ibarra.

Desde 2005 hasta 2023, el PRO se mantuvo como la primera minoría en Capital Federal. Generalmente, en las elecciones para jefe de gobierno porteño se acercaba a la mayoría absoluta. Y entre 2015 y 2021 el PRO (en alianza con otros espacios políticos) consolidó un sólido piso del 45% de la Ciudad.

Macri logró consolidar al PRO como primera minoría y desde ese lugar pudo proyectarse a nivel nacional. Ahora bien, ¿cómo se estructuró este partido que logró ser predominante en la capital argentina?

Según Vommaro y Morresi, pueden identificarse cinco facciones. La facción de derecha, integrada por pequeños partidos liberales y conservadores y ex dirigentes de la UCEDÉ. La facción radical y la facción peronista, conformadas por ex miembros de la UCR y el PJ que se acoplaron al PRO tras la crisis política de 2001. Con esto el PRO quedó dotado de un anclaje territorial. La facción empresarial compuesta por figuras procedentes del sector privado. Por último, la facción de las ONG, compuesta por jóvenes profesionales pertenecientes a fundaciones, think tanks y organizaciones no gubernamentales.

El PRO logró consolidarse como partido a nivel de la Ciudad. La proyección de Macri como figura política a nivel nacional dio lugar a contemplar la posibilidad de buscar la presidencia. Pero, aunque el PRO logró expandirse como partido en otras provincias, Macri necesitaba una estructura a nivel nacional que sustente su candidatura. Es allí donde aparece la formación de la coalición Cambiemos, una coalición electoral formada en 2015 con el objetivo de desplazar al Frente para la Victoria de la presidencia.

Cambiemos se conformó a partir de la alianza entre el PRO, la Unión Cívica Radical (UCR) y la Coalición Cívica (CC).

Cambiemos, luego llamada Juntos por el Cambio, accedió a la presidencia en 2015. La coalición, que tenía al PRO como principal partido pese a no ser un partido histórico, se mantuvo como una de las dos principales fuerzas políticas a nivel nacional. Cambiemos triunfó en las elecciones de 2015, 2017 y 2021.

Aunque fue la principal fuerza opositora al Frente de Todos, Juntos por el Cambio terminó siendo desplazada al tercer lugar de las elecciones generales de 2023 con el 23% de los votos. Luego de esto, la coalición se desarticuló, dejando de funcionar como un sólido interbloque político. El PRO decidió apoyar a Milei de cara al balotaje y ya con el líder libertario en el gobierno.

El PRO, incluso siendo derrotado a nivel nacional en 2019, se mantuvo como el partido predominante dentro de la oposición. Además, en la CABA, Horacio Rodríguez Larreta había sido reelecto como jefe de gobierno y se perfilaba como el nuevo líder de la oposición.

La obtención del 42% de votos en la elección de medio término de 2021 posicionaba a JxC como favorita para volver a la presidencia y con una figura del PRO encabezando nuevamente la fórmula presidencial. Sin embargo, al interior del PRO comenzaron a desarrollarse tensiones. Lo que se disputaba era el liderazgo del partido y la oposición. Las dos figuras eran el mencionado Rodríguez Larreta y quien había quedado como presidenta del partido, Patricia Bullrich.

Bullrich no fue parte de la fundación del PRO. De hecho, en 2003 se enfrentó a Macri en las elecciones por la jefatura de gobierno. No obstante, una vez dentro del partido logró posicionarse y escalar hasta llegar a la presidencia. Bullrich, siguiendo a Fraschini, comenzó a acumular recursos de poder, tejiendo lazos con los sectores más “duros” dentro de Juntos por el Cambio y erigiéndose como una de las principales figuras de la oposición.

El triunfo del Bullrich dentro de la interna y su lugar como presidenta del partido es una de las primeras causas del declive"

La disputa entre Larreta y Bullrich se dirimió en las PASO de 2023. Bullrich se impuso con el 16% de los votos frente al 11% de Rodríguez Larreta. En consecuencia, Bullrich se erigió como la líder del PRO y JxC.

El triunfo del Bullrich dentro de la interna y su lugar como presidenta del partido es una de las primeras causas del declive. Desde ese lugar, Bullrich no negoció un apoyo a Milei para buscar la formación de una coalición legislativa y de gobierno. En lugar de eso, casi al instante en que Milei fue electo presidente, Bullrich dio el salto del PRO a LLA y se ubicó como ministra de Seguridad.

El apoyo incondicional del PRO a LLA desde las semanas previas al balotaje y con Milei en el gobierno fue desdibujando la marca partidaria. Si bien el PRO tiene coincidencias en lo económico con LLA, el partido dejó a un lado sus banderas políticas ligadas al republicanismo, la defensa de las instituciones y la lucha contra la corrupción. El PRO ni siquiera se diferenció del gobierno cuando estalló el escándalo de corrupción por la estafa LIBRA.

Casi al instante en que Milei fue electo presidente, Bullrich dio el salto del PRO a LLA"

A lo anterior se sumó la salida de dirigentes que pretendían que el PRO mantuviera una posición autónoma respecto a Milei, como fue el caso de Rodríguez Larreta. Quizás si el partido hubiera quedado bajo el liderazgo de otra figura el escenario actual sería otro. Pero en lugar de eso, el PRO acompañó en todas las votaciones, tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado al oficialismo. El resultado es que el buzo violeta reemplaza a la remera amarilla.

Finalmente, hay una causa más y es la pérdida de eficacia del gobierno porteño bajo el mando de Jorge Macri. La eficacia fue uno de los elementos sobre los que se erigió el PRO. Sin embargo, desde que Jorge Macri comenzó a gobernar la Capital Federal su gestión fue cuestionada desde distintos sectores, resaltando su incapacidad para resolver los problemas de la ciudad. Esto llevó a que en una encuesta realizada por la consultora Equipo Mide en abril de este año el 44% de los encuestados considerara que la gestión era “mala” o “muy mala” y un 32% la calificara como “regular”. Esta pérdida de la imagen del PRO como eficaz se tradujo en convertirse en el primer oficialismo provincial derrotado y quedando tercero.

Propuesta Republicana se fue desdibujando. Tener una presidenta de partido que se pasó a las filas del partido oficialista, bloques legislativos apoyando incondicionalmente al gobierno y un jefe de gobierno ineficaz llevaron a que el partido fuese perdiendo peso en el electorado. Y al final, el partido que llegó a ser el principal exponente del voto antiperonista termina siendo absorbido por LLA. Tal vez el PRO experimenta una situación similar a la que le sucedió a Recrear para el Crecimiento, partido que había llevado a López Murphy a ubicarse tercero en la elección presidencial de 2003 y que luego fue absorbido por el PRO.

No al veto Discapacidad 05082025