En Argentina, muchas empresas están adoptando soluciones de inteligencia artificial (IA) de forma aislada, como si fueran objetos mágicos. Compran una herramienta de automatización, prueban un sistema que “toma decisiones solo”, pero sin una visión más amplia. Lo que termina ocurriendo no es innovación, sino frustración: se desperdician recursos, se generan expectativas desmedidas y —lo peor— se instala la desconfianza.
La IA, usada sin sentido de dirección, puede ser eso: un nuevo ruido caro en medio del caos operativo.
Es entendible. Tomar decisiones en una empresa argentina es un acto de resistencia. Estamos siempre expuestos a un contexto donde puede haber inflación, brecha cambiaria, incertidumbre, múltiples frentes operativos abiertos a diario, etc. Con este panorama, hablar de IA suena a ciencia ficción. Pero no lo es. Y, justamente por ese contexto, es urgente empezar bien.
Lo que hoy proponemos es cambiar la conversación. Dejar de preguntar “¿con qué herramienta empiezo?” y empezar a preguntarse: “¿Qué necesito para que la inteligencia artificial tenga sentido en mi empresa?”.
Si tu empresa tiene problemas para anticipar la demanda, si te cuesta entender tus márgenes reales, si dependés de decisiones basadas en intuición más que en datos, si no sabés bien por qué se te van los clientes o cómo mejorar la rentabilidad, entonces necesitás implementar inteligencia artificial. Pero no cualquier herramienta: necesitás una IA con una estrategia clara, práctica y alineada a la realidad de tu negocio.
No se trata de estar “a la moda” ni de tener una solución para mostrar en redes. Se trata de usar lo que tenés —tu conocimiento, tu operación, tus datos, tu gente— de forma más inteligente. Y eso no se terceriza ni se compra hecho: se construye.
La buena noticia es que se puede. La mejor noticia es que no necesitás hacerlo solo.
Este es el momento. Porque seguir probando sin estrategia ya no es una opción. Y dejar pasar esta ola tecnológica también tiene un costo.
Hoy, dar el primer paso con IA no es una decisión técnica: es una decisión de negocio.
