La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, defendió el operativo de control desplegado durante la marcha en apoyo a Cristina Kirchner y minimizó la convocatoria al asegurar que hubo poco más de 40 mil personas, muy lejos del "millón" estimado por la oposición. También se refirió al uso de tobilleras electrónicas y presentó un nuevo protocolo para la Policía Federal.
Mientras en el entorno de la expresidenta estimaron que había un millón de personas distribuidas entre la Plaza de Mayo, la Avenida de Mayo y las diagonales, la funcionaria de Javier Milei ironizó sobre esa cifra: “Un millón de pesos debe ser, porque un millón de personas...”. Y agregó: “Nosotros tenemos un cálculo exacto y en el momento de cantidad máxima de gente hubo 48.200 y pico de personas, lo tenemos por cada lugar donde estaban, hasta nosotros en la casa de Cristina”.
Pese a las imágenes áreas que mostraban una concurrencia masiva, la funcionaria insistió en su método de medición: "No nos quedamos cortos. Hicimos un cálculo geométrico-matemático de acuerdo a la cantidad de espacio y la cantidad de personas por metro cuadrado. En algunos lugares había más, en otros estaban más dispersos... Contamos cada uno de los lugares más los micros y llegamos a una cifra bastante suelta, uno puede decir 40.000 personas".
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Desde el Ministerio de Seguridad difundieron un conteo final de 40.530 personas, desglosadas así: 25.000 en Plaza de Mayo, 500 en el domicilio de Cristina Kirchner en Monserrat, 3000 en 9 de Julio e Independencia, 5000 en 9 de Julio y Belgrano, 7000 en movimiento por la ciudad y 30 en el Congreso, durante una manifestación paralela por jubilaciones.
“Todo lo que puede movilizar el kirchnerismo estuvo ayer. Ese es el tope de gama de lo que pueden lograr, que es bastante escaso en la perspectiva de una elección donde votan millones de personas”, dijo Bullrich en diálogo con Radio Mitre.
Por su parte, el diario La Nación presentó un cálculo alternativo, estimando aproximadamente 158.000 personas entre las 15:00 y las 15:45 en Plaza de Mayo. El medio utilizó análisis basados en imágenes satelitales y datos oficiales.
La ministra de La Libertad Avanza también defendió el fuerte operativo desplegado en los accesos a la ciudad y rechazó las acusaciones de “intimidación” por parte de sectores de La Cámpora y otros espacios aliados.
"Nosotros paramos porque en la Argentina la costumbre era que los militantes se subieran a cualquier micro sin importar la seguridad, si estaban habilitados o no, los estacionaban en cualquier lado, andaban con (colectivos) escolares, que están prohibidos, que no son adecuados. De ninguna manera lo que se hace es contra la gente, al revés, es darle seguridad a la sociedad que ese día anda por la autopista y al lado tiene un micro sin permiso. Eso se hace: ordenar . Lo que está bien está bien y lo que está mal está mal”, explicó la ministra sobre las directivas que dio.
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Sobre las acusaciones de que gendarmes habrían interrogado a manifestantes sobre su pertenencia política, fue tajante: "Ningún gendarme pregunta si son peronistas. Además, no son estúpidos. Todos los que iban ahí eran kirchneristas. ¿Creen que iban a preguntar por la identidad política? Esas son cosas que inventan", dijo.
Durante el operativo, unas 30 a 40 unidades de transporte quedaron retenidas por no estar habilitadas y se registró un único detenido: el hombre que amenazó al presidente Javier Milei en un móvil en vivo del canal LN+.
Bullrich también se refirió a la decisión judicial de colocarle una tobillera electrónica a la expresidenta. Explicó que la División de Vigilancia Electrónica de su cartera está a cargo del análisis técnico para su implementación.
“Eso se le manda al tribunal, ve qué condiciones hay, si hay que hacer alguna modificación; y, si está todo bien, termina el proceso”, detalló. Y negó que se trate de una medida dirigida especialmente contra Kirchner: “Es exactamente igual a cualquier persona que tiene una condena, no hay una discriminación en contra de Cristina Kirchner”.
