Muchos nostálgicos recordarán cuando el fútbol era sinónimo de radio. Los partidos de Primera A se jugaban los domingos a las 16:00 y los de Primera B los sábados, todos a la misma hora, sin excepción. Algo que hoy parece tan lejano como ver gente fumando en el avión.
Las emociones eran más intensas, se podría decir, porque en la voz y la fantasía de los relatores, todos los avances implicaban peligro inminente de gol, mientras que lo que pasaba en las tribunas, a partir de la radio, era una completa construcción de nuestra imaginación.
La televisión generó un cambio sustancial: primero ofreciendo resúmenes de baja calidad visual los domingos casi a la medianoche (Todos los goles, se llamaba). Luego con una mayor inversión y apuesta, en el programa emblemático Fútbol de primera, donde ya había coberturas más amplias y mayor arte en la manera de filmar y presentar el fútbol. Finalmente llegó el turno de ver los partidos en vivo, con más instantaneidad y tal vez menos momentos emotivos.
Bueno, todo eso, de la radio a la TV en directo, ya es pasado. Lo que reina hoy, y cada vez tendrá mayor injerencia en la manera de consumir deporte, son los datos. Y quien los tenga y maneje podrá captar las mayores ganancias del entretenimiento deportivo, que se parece y parecerá cada vez más a Netflix.
“Y quien los tenga y maneje podrá captar las mayores ganancias del entretenimiento deportivo, que se parece y parecerá cada vez más a Netflix.”
Los datos actualmente están cambiando todos los modelos de negocio y los modelos de negocio los del deporte no están ajenos a este cambio. Son ellos los que van a permitir construir nuevas líneas de ingreso y adaptarse a cambios en los consumidores rápidamente
En ese sentido, todos los modelos de negocios deberían empezar a tener estrategia de captación de datos para luego a partir de eso rediseñar, ajustar y lanzar nuevos formatos y alternativas.
“Los datos permiten gestionar elementos más profundos en la gestión de dichos modelos.” Lo cierto es que hoy el éxito no es simplemente vender por encima del costo: hay mucha competencia y todos los mercados están mayormente saturados. Por ello hay que generar la ventana de oportunidad y eso se da a partir de conocer al cliente, de generar información bidireccional, construir un vínculo y luego buscar el momento transaccional.
La transformación en el ámbito de los modelos de negocio asociados al deporte están sufriendo multiplicidad de cambios y están construyendo una nueva industria con estándares globales.
Uno de los casos más emblemáticos es el de la transformación de la Fórmula 1 a partir de la compra de los derechos de transmisión y uso de marca por parte de Liberty y en el año 2017. Con el nuevo modelo ha logrado transformar la disciplina a un formato televisivo con mucho anclaje en el storytelling para recomponer una actividad que tenía décadas de tendencia negativa.
En el plano local, River Plate es una institución que ha logrado a través de la digitalización de varios de sus procesos de ingreso y venta de tickets gestionar inteligentemente un recurso escaso como la capacidad que tiene el estadio tratando de darle a todos los socios la posibilidad de ver a su equipo jugando en vivo.
En Estados Unidos, un ejemplo interesante es el del Golden State Warriors, equipo de la NBA que es pionero en este modelo de negocios: recopilan datos de asistencia, preferencias y comportamiento de los asistentes al Chase Center, su estadio, para mejorar servicios, desde opciones gastronómicas hasta accesos y merchandising. De esa manera, personalizan promociones y paquetes de entradas para distintos segmentos de fans.
Desde el punto de vista de la experiencia de usuario, se viene la hiperpersonalización: la posibilidad de maximizar el fit entre el producto y la experiencia generando mucho valor desde el lado del que ofrece. El uso de los datos permite evitar trasladar ociosidades en las propuestas comerciales y hacer más eficiente la operación del negocio.
Por eso decimos que el futuro, que sabemos es dinámico y podrá cambiar y cambiar, tiende a un modelo de hipermoditizacion, donde nada dura demasiado tiempo en términos transaccionales. Lo que dura es la relación con nuestros clientes, las experiencias de impacto emocional y las comunidades con sentido de pertenencia: esos son los espacios de rentabilidad futura.
“Lo que dura es la relación con nuestros clientes, las experiencias de impacto emocional y las comunidades con sentido de pertenencia: esos son los espacios de rentabilidad futura.”
Así como en la industria del espectáculo, con Netflix a la cabeza, los datos han modificado para siempre la manera de ver películas y series, con contenidos hipersegmentados y personalizados de acuerdo a las preferencias de cada uno (y también los promedios globales), la industria del deporte está pegando un giro de 180 grados, a partir del uso inteligente de los datos, que cambiará sustancialmente la forma de consumir y rentabilizar las diferentes disciplinas. “La industria del deporte está pegando un giro de 180 grados, a partir del uso inteligente de los datos, que cambiará sustancialmente la forma de consumir y rentabilizar las diferentes disciplinas.” Los nostálgicos recordarán cuando los partidos se armaban en nuestra cabeza, en el futuro estará todo para ver.
