
Este martes por la tarde, mientras miles de personas se movilizaban hacia Plaza de Mayo en respaldo a Cristina Kirchner, un llamado anónimo desató un operativo de seguridad en la línea Roca del ferrocarril.
A las 14:00, la Central de Atención Telefónica de Emergencias (CATE911) recibió una advertencia: 17 artefactos explosivos estarían distribuidos entre las estaciones Constitución, Lanús, Lomas de Zamora y Temperley. La amenaza no pasó desapercibida. El mensaje no solo mencionaba dispositivos capaces de provocar descarrilamientos, sino que comparaba el posible daño con ujan tragedia del pasado: "Esto va a hacer que Once parezca un poroto", dijo la voz al otro lado de la línea.
Trenes Argentinos activó de inmediato su protocolo de emergencia. En pocos minutos, personal de la Policía Federal Argentina se desplegó en los andenes señalados, junto a brigadas especializadas en explosivos. Las estaciones no fueron evacuadas, pero se implementaron medidas de control y monitoreo mientras se realizaban las inspecciones.
El caso quedó bajo la órbita del Juzgado Federal de turno, que instruye la investigación por “intimidación pública”. La figura penal contempla penas de hasta seis años de prisión. Según fuentes oficiales, el autor del llamado se identificó como “Brian”, presunto integrante de un “movimiento obrero”.
Una multitud por Cristina Kirchner: las postales de la vigilia frente a su domicilio
La amenaza coincidió con la marcha organizada por sectores peronistas en respuesta a la confirmación de la condena a seis años de prisión e inhabilitación política de la exmandataria por el caso Vialidad.
Pese a que la convocatoria original incluía un acompañamiento a Comodoro Py, la prisión domiciliaria dispuesta por el tribunal alteró la dinámica. CFK no asistió al acto, pero envió un mensaje grabado que fue transmitido por altoparlantes en Plaza de Mayo. En sus palabras, criticó al gobierno de Javier Milei y señaló que el modelo económico actual “se cae”. Cerró su intervención con una consigna: “Vamos a volver”.
La amenaza de este martes no fue un hecho aislado. El 10 de junio, exactamente una semana antes, se había reportado otro episodio similar. Aquella vez, el mensaje apuntó a las estaciones José Mármol y Dante Ardigó, en el ramal Bosques vía Temperley. La frase, según fuentes policiales, fue directa: “Van a explotar ambos andenes si no liberan a Cristina”.
Esa vez, el protocolo incluyó la evacuación total de ambas paradas y una interrupción del servicio que se extendió por casi tres horas. Tras la revisión completa de las instalaciones, no se hallaron explosivos, pero el hecho fue denunciado ante la Justicia.
"Vamos a volver", dólares alquilados y "saben que pierden": cinco frases de Cristina Kirchner en su mensaje a la militancia
El Gobierno nacional repudió los hechos y aseguró que tomará medidas para garantizar el funcionamiento del sistema de transporte sin interrupciones. Desde el Ministerio de Seguridad advirtieron sobre el uso reiterado de amenazas anónimas como herramienta de presión política, especialmente en contextos judiciales sensibles.
Por ahora, no hay detenidos. La causa permanece abierta y el objetivo es identificar al autor del llamado. Trenes Argentinos evalúa reforzar la vigilancia en puntos clave de la red ferroviaria, mientras las fuerzas federales revisan patrones en las comunicaciones.
La combinación entre decisiones judiciales, movilizaciones partidarias y amenazas de bomba refleja un escenario de tensión creciente. En menos de diez días, el ramal Roca fue el blanco de dos amenazas asociadas a la situación procesal de la expresidenta. Aunque no se hallaron explosivos, el impacto fue real: temor entre usuarios, operaciones suspendidas y recursos estatales movilizados.
Mientras tanto, el frente judicial de Cristina Kirchner sigue avanzando, y el oficialismo enfrenta un clima social cada vez más polarizado. Para las próximas semanas, se esperan nuevas movilizaciones, fallos judiciales clave y, posiblemente, un endurecimiento de la estrategia de seguridad en eventos masivos.
