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Donald Trump busca que Milei se integre a su plan para aislar a China en América Latina

hace 22 horas en clarin.com por Clarin.com - Home

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Donald Trump busca que Milei se integre a su plan para aislar a China en América Latina

La semana pasada, el secretario de Defensa norteamericano Pete Hegseth viajó a Panamá para seguir la cruzada de Donald Trump y mostrar el dominio estadounidense sobre el chino en el estratégico canal que une el Atlántico y el Pacífico en el istmo.

El lunes pasado, cuando el republicano recibía en la Casa Blanca con el elogios al presidente de El Salvador, Nayib Bukele, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, era recibido con enorme difusión en Buenos Aires donde, aprovechó una entrevista con Bloomberg TV dirigida a la audiencia estadounidense para mandar un mensaje fuerte que ya le había hecho saber tanto al presidente Javier Milei en la Casa Rosada y al ministro de Economía, Luis Caputo, quien lleva hoy las relaciones con Estados Unidos.

Además de comparar la situación argentina con la de Africa, Bessent vino especialmente informar que su país deseaba que los argentinos pusieran fin a su dependencia del financiamiento chino a través del millonario intercambio de monedas, conocido como swap.

La movida en varios frentes reveló una clara estrategia de armar grupos de aliados para aislar a China. Esta representa un triunfo de la mirada geopolítica de Bessent, el hombre más importante hoy en la guerra arancelaria de Trump, y quien logró pausar las bruscas subas de aranceles para empezar a negociar. Empezaron por Japón, seguirán por los vecinos asiáticos de China, siguen negociando con Canadá y México. Y al gobierno de Javier Milei también le toca un lugar.

Como afirmaba una nota del sitio Axios titulada “Nuestros amigos latinoamericanos”, la Casa Blanca está buscando peleas con la mayoría de sus aliados, desde Canadá hasta Alemania, pero el lunes pasado destacó a dos países latinoamericanos: El Salvador y Argentina, para elogiarlos y apoyarlos porque tiene gobiernos aliados. “En ese sentido, El Salvador y Argentina son las versiones latinoamericanas de Hungría y Eslovaquia en Europa”.

Pero nada es gratis, insisten en Washington, ya que mientras Bukele ofreció que su megacentro de detención para pandilleros y terroristas sirva para encarcelar deportados extranjeros de los Estados Unidos con causas o sin causas judiciales, Milei es el aliado sudamericano al que se le pidió dar el puntapié inicial contra China casi a cambio de un fuerte apoyo de la administración estadounidense para que el Fondo Monetario concediera el préstamo recientemente anunciado por 20.000 millones de dólares.

Patricio Giusto, docente universitario de la UCA y director de Diagnóstico Político, especializado en China, considera que la visita de Bessent tuvo como “objetivo claro” por un lado mostrar apoyo a las reformas económicas de Milei y celebrar el acuerdo del FMI, y por el otro, la de “meter presión a un tema que hasta ahora no estaba en las líneas rojas de Estados Unidos con China”, o sea la cuestión del swap.

Para Giusto, “esto es un cambio muy fuerte” respecto a la primera presidencia de Trump y la de Biden. Y la novedad es que, “por ahora, y lo que para China es positivo, es que Estados Unidos no ofrece una alternativa” al swap, aunque siga presionando. Para el caso, Bessent no trajo consigo ninguna otra ayuda especial de dinero que salga del Tesoro de EEUU.

También otra novedad, es que China “no se va a quedar callada”. Como se vio en el duro comunicado que publicó la embajada de la potencia asiática en Buenos Aires tras las declaraciones de Bessent, consideran que la política de Estados Unidos en Argentina es un “sabotaje” hacia China.

En el Gobierno afirman que los hechos “hablan por sí mismos”, en referencia a que sólo días antes de la visita de Bessent al país, el banco central chino renovó una línea del swap por U$S 5.000 millones -de los cerca de un total de U$S 19.000- que vencían recién en junio. Ese adelantamiento fue tomado como parte de su vínculo privilegiado con Argentina.

Pero en conversaciones con los periodistas no hechas públicas, en el Gobierno reconocen enormes presiones de los Estados Unidos, que no son las primeras -siempre Washington logró ahuyentar las inversiones chinas en equipamiento militar, logístico, de comunicaciones-, pero sí importantes.

Los duros términos que utilizó el enviado para América Latina del Departamento de Estado, Mauricio Claver Carone, antes de la visita de Bessent, generaron confusión. Carone advirtió que las ayudas directas de su país para que el Fondo Monetario aprobara el nuevo préstamo para la Argentina no debían utilizarse para pagar el swap, que consideró una medida “extorsiva” que el Gobierno de Milei debía apuntar a liquidar.

Aquí no supieron si leer los dichos de Claver Carone como una cuestión personal por su viejos problemas con varios funcionarios de la administración de Milei o fue un mensaje más de la administración de Trump, una hecha en términos de “policía bueno” por parte de Bessent y otra de “policía malo” Clever Carone.

El ex embajador en Beijing del kirchnerismo, Sabino Vaca Narvaja -hoy docente y autor de libros sobre la potencia asiática- está convencido de que además de pedir que corte el swap, Trump le va a pedir a Milei que salga de la Ruta de la Seda, cuyo nombre formal es Una Franja una Ruta, un plan de inyección de dinero para hacer obras de infraestructura.

Aunque no se han concretado, la Argentina de Milei se siente tan cómoda como sus antecesores en la relación comercial, financiera y económica con China."Hay mucha sintonía Trump/Milei porque como están preocupados con el declive del dólar como patrón mundial de comercio lo ven a Milei como alguien que trabaja a favor de la moneda norteamericana. Por eso logra la nueva deuda del FMI. Pero le van a exigir que frene toda relación con China".

A fines de mayo, durante una reunión que los coordinadores nacionales mantendrán en Washington para empezar las negociaciones comerciales arancelarias, se expondrá cuál será el grado de presión por parte de los Estados Unidos a sus aliados con la clara intención de que los aranceles y los apoyos a los amigos sirvan también para alejarlos de China.

En el caso argentino, como en otros no es tan fácil. China es el segundo socio comercial de la Argentina. Al menos cinco provincias están profundamente integradas a las inversiones chinas, que coparon la explotación de litio. Milei pasó de tildar a China de régimen comunista y asesino a sostener con la potencia una relación integrada y pragmática.

A lo sumo, demorarán la visita que Milei prometió hacer a Xi Jinping durante la primer reunión bilateral que mantuvieron en los márgenes de la cumbre del G20, en Brasil.

Tampoco será fácil para Trump desenganchar a Sudamérica de los flujos de dinero chinos, que totalizaron 158.000 millones de dólares en 2024. Son casi el doble de la cantidad con Estados Unidos. Brasil ocupa el primer lugar de esa relación con China. Argentina el cuarto, después de Chile y Perú.

Brasil acaba de autorizar al gigante chino COFCO a construir el puerto más grande del mundo en Santos, para llevarlo a una capacidad de exportación 4.5 millones de toneladas a 14.5 millones. Este se suma al de Puerto de Chancay, en Perú, que es llave para China en América Latina y su salida al Pacífico. China estuvo buscando levantar un puerto en Tierra del Fuego y Santa Cruz. Por ahora, no prosperó.

Milei, sin dudas el presidente más afín a Trump en todo el continente, está evitando confrontar con Beijing.

Por eso podría demorar más su anunciado viaje a China -que nunca tuvo fecha concreta sino sugerencias- y podría incluso cumplir con un envío del canciller Gerardo Werthein a la potencia asiática como estaba previsto también para mayo, pero que ahora quedó en el limbo.

Pero se desconoce qué reacción podría tener Beijing si aún sin alternativas para sumar reservas al Banco Central, le exigieran realmente a Milei que se deshaga del swap o anule la firma que plasmó Alberto Fernández en 2022, cuando hizo entrar a la Argentina a la Ruta de la Seda.

China, es claro, no está dispuesta a tolerar un hecho semejante, como en su momento toleró el de la renuncia argentina a participar del bloque conocido como BRICS, y que motorizó sobre todo Xi.

Natasha Niebieskikwiat

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