¿Quién no sueña en ganar su primer millón de dólares y disfrutar de la vida en una playa paradisíaca del Caribe? Sin dudas que para muchos es una fantasía que solo muy pocas personas pueden concretar.
Obviamente, los motivos son muy sencillos: son contados quienes logran reunir esa cantidad de dólares. Pero ese no es el mayor problema: quienes lo consiguen, deben dedicar buena parte de su tiempo para evitar que su capital se desvalorice con el correr del tiempo.
Haciendo un poco de historia, aunque se crea lo contrario, la divisa estadounidense también es presa de la inflación de su país y es por eso que alcanzar esa meta puede ser más accesible que en el pasado.
De hecho, si se calcula el valor actualizado de un billete de u$s100 a lo largo del tiempo, los resultados pueden ser sorprendentes. A manera de ejemplo, el poder adquisitivo de ese monto para quien lo compró en 2004 hoy se reduce a solo u$s62.
Más acá en el tiempo, si se toma como referencia el 2014, el valor presente es de u$s76 y finalmente, considerando el 2020, la pérdida estimada es del 15 por ciento.
Tomando como referencia este escenario, surge la gran pregunta: ¿en qué invertir un millón de dólares para no perder capacidad financiera? La respuesta dependerá de los riesgos que se quieran asumir y del nivel de actividad que se esté dispuesto a asumir con la inversión.
Sobre este punto, Gabriel Holand, CEO de HRGlobal, sostiene que "tomando en cuenta la inflación anual proyectada para EE.UU., cualquier inversión que rinda menos que ella perderá frente a la inflación". Es por eso que invertir en los bonos soberanos de EE.UU. puede ser una opción interesante, pues en la actualidad el rendimiento a 10 años ronda el 4,40 por ciento.
En sentido inverso, no es muy tentador colocar ese monto en un Certificado de Depósito en un banco de EE.UU., pues las tasas de interés que se paga ronda el 0,5% anual, por lo que apenas rinde unos u$s5.000 al año por tener el dinero inmovilizado.
Otra forma de alcanzar una rentabilidad que supere la inflación de EE.UU., según Holand "es invertir en algún bono que no sea 'Investment grade', lo cual implica asumir algún riesgo, por lo que muchos inversores conservadores desecharían esta posibilidad".
Para aquellos inversores que deseen asumir un mayor riesgo en busca de una rentabilidad más elevada, una opción es el mercado de acciones estadounidense, en especial con aquellos papeles que tengan una buena calificación crediticia, no obstante lo cual también obliga a asumir ciertos riesgos, dada la volatilidad que pueden registrar en algún momento.
En otras palabras, invertir en la Bolsa, apostando por CEDEARS implicará enfrentar una cuota de riesgo que puede reducir en cuestión de días el capital inicial.
En este escenario de tasas de interés con tendencia a la baja, como se desprende de las encuestas sobre la política monetaria de la Reserva Federal, "una posibilidad es invertir en algunas acciones de primera línea, armando una cartera en base a las consideradas más sólidas tanto del S&P 500 como del Nasdaq, es decir dos de los principales índices de Wall Street", afirma Agustín Cramo, analista de mercados internacionales.
La pregunta es cuáles elegir. "Si bien la evolución reciente no asegura que la tendencia alcista se replicará en el futuro, hay varias compañías con interesantes perspectivas a mediano plazo", agrega Cramo.
Así por ejemplo, considerando solo algunas compañías de primera línea, en lo que va del 2024 puede mencionarse que Tesla gana un 43%, Bank of America el 40%, Citi otro 36, Amazon el 30% y Walt Disney el 28%, entre muchas otras.
Quien haya invertido un millón de dólares a fines del año pasado, al día de hoy obtuvo un rendimiento devengado que le permitiría, en caso de vender el excedente del millón de dólares, una renta mensual para los próximos doce meses que iría desde los u$s23.000 mensuales y en el mejor de los casos unos u$s36.000.
Si, en cambio, optara por invertir en algún fondo que replique los principales índices de Wall Street, habría obtenido una ganancia del 27% en el caso de S&P500 y del Nasdaq y del 24% para el Dow Jones. Aplicando el mismo razonamiento que para las acciones, si vendiera el excedente de su millón de dólares, podría disponer de unos u$s21.000 en el caso de los primeros y unos u$s14.000 si invirtió en el Dow Jones.
en línea con estos rendimientos puede mencionarse lo sucedido con el oro, pues desde diciembre pasado muestra una suba del 31%, que si se realiza permitiría disfrutar de unos u$s26.000 por espacio de un año.
A diferencia de lo que sucedía no hace mucho tiempo, cuando los resultados eran poco atractivos, hoy es posible encontrar oportunidades de compra en determinados segmentos del mercado bursátil.
"Tras el triunfo de Donald Trump en las elecciones de los EE.UU. se observa un marcado interés por compañías que se desenvuelven en los sectores financiero, energético y tecnológico", agrega Cramo.
En definitiva, si se llega a ese tan ansiado monto, si bien con los rendimientos actuales existe la posibilidad de obtener una interesante renta mensual, esta tendría fecha cierta de vencimiento y sin contar con la certeza que se pueda repetir en el futuro. A lo anterior se suma el hecho, no siempre positiva, de que sería a costa de reducir el stock invertido, con el riesgo que ello implica.
Entonces, lo más probable es que pese a sus deseos, el dueño de ese dinero deba pasar una parte considerable de su tiempo viendo la forma de tratar de incrementarlo, solo o de la mano de un broker.
Como muchos dicen, con cierta ironía, en la City: lo más difícil no es llegar al millón de dólares, sino multiplicarlo.
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