El nivel de certidumbre sobre la dirección económica de los próximos tres años bajó al 72% de los consultados. La IA es la principal prioridad de inversión para 64% de los altos ejecutivos.
KPMG Internacional hizo un relevamiento entre 1.325 CEO de las mayores empresas del mundo.
La confianza de los CEOs más importantes del mundo con el rumbo que está tomando la economía global está en uno de sus puntos más bajos de los últimos 10 años, según lo refleja la décima edición del “CEO Outlook 2024” que elabora la auditora internacional KPMG.
Según el relevamiento correspondiente a 2024, sólo el 72% de los CEO confía en la dirección de la economía mundial en los próximos 3 años. En cambio, en 2015 cuando se realizó la encuesta por primera vez, esa proporción llegaba al 93% de los encuestados.
Los factores que según los encuestados constituyen las principales amenazas para el crecimiento también fueron cambiando: los desafíos en torno a la cadena de suministro y los problemas operativos están ahora por encima de la ciberseguridad y de la principal amenaza del año pasado, que fue la geopolítica y la incertidumbre política.
“Los últimos 10 años estuvieron marcados por volatilidad y cambio, desde una pandemia hasta el aumento de la inflación y el auge de la inteligencia artificial. Ante esta presión, los CEO se muestran firmes en la necesidad de invertir en el futuro. Las turbulencias exigen que los líderes sean más resilientes, ágiles e innovadores. De cara a los próximos 10 años, aquellos CEO que implementen estrategias audaces para adaptarse a nuestro mundo cambiante e inviertan en las tecnologías y el talento adecuados para hacer realidad sus planes podrán lograr un crecimiento sostenible a largo plazo”, explica Bill Thomas, CEO y Presidente de KPMG Internacional.
Por su parte, Néstor García CEO y Presidente de KPMG Argentina, señaló: “Este escenario de incertidumbre que expresan los líderes empresarios mundiales acerca de cómo evolucionará la economía, encuentra hoy a la Argentina en un profundo cambio de su esquema económico orientado hacia un sistema abierto y competitivo”.
“Esto representa un gran desafío, pero al mismo tiempo una oportunidad por las potencialidades que tiene el país en sectores clave de gran demanda mundial como son los vinculados a la agroindustria, a la energía y a la economía del conocimiento, entre otras. Las empresas que no se transformen y se adapten rápidamente tendrán problemas para crecer en la nueva economía digital que está impulsando el cambio”, añadió.
La encuesta realizada por KPMG se basó en consultas a 1.325 líderes de negocios de los principales mercados internacionales. Todos dirigen compañías que registran ingresos anuales de más de u$s500 millones. Y de ese total, un tercio tiene ingresos superiores a u$s10.000 millones.
Esta décima edición del “CEO Outlook 2024” revela también que respecto de los planes futuros de contratación, el 92% aseguró que tiene previsto aumentar el número de empleados en los próximos 3 años. Esta es la proporción más alta desde el año 2020.
“Esta intención alcista de contratar empleados se genera a pesar de que los líderes sufren la exigencia de dirigir una organización grande, siendo que el 72 % de ellos confiesan que se sienten más presionados que el año pasado para lograr la prosperidad a largo plazo de sus empresas”, detalla el reporte.
Detrás de la incertidumbre económica (53 %), la carrera por adoptar la inteligencia artificial (50 %) es el tema que más preocupa a los CEO en la actualidad.
En este punto, el 64% de los líderes reafirmó su compromiso de aumentar la inversión en innovación y tecnología (incluida la IA) como motor de crecimiento. Además ese segmento identificó a la IA como su principal prioridad de inversión en 2024.
De todos modos, la mayoría considera que esta inversión generará frutos en el mediano plazo, según las respuestas del 63% que dijo que espera ver ese rendimiento en los próximos 3 a 5 años.
Los principales beneficios de la implementación de la IA reconocidos este año por los CEO son el aumento de la eficiencia y la productividad, una mejor calificación de la fuerza laboral para prepararse al futuro, y el aumento de la innovación organizacional.
A pesar de esto, siguen siendo conscientes de los riesgos que presenta la rápida implementación de nuevas tecnologías. Más de la mitad (61 %) sostuvo que los desafíos éticos se encuentran entre los más difíciles de abordar a la hora de implementar la IA en sus empresas, mientras que la falta de regulación (50 %), y de habilidades y capacidades técnicas (48 %) fueron otras áreas de preocupación.
Por último, un 76% de los CEO dijo que cree que la IA no afectará fundamentalmente al número de puestos de trabajo en su organización, mientras que sólo el 38 % considera que sus empleados tienen las habilidades adecuadas para aprovechar completamente los beneficios de la IA. Un 58% está de acuerdo en sostener que la integración de la IA generativa hizo que se replantearan las habilidades requeridas para los puestos junior.
Desde 2015, los CEO tienen que afrontar cambios en los patrones de trabajo ya que los empleados buscan más equilibrio, flexibilidad y una alineación entre sus creencias personales y el objeto de la organización.
Este cambio hizo que los líderes exitosos situaran a los colaboradores en el centro de sus estrategias de crecimiento afianzando la relación con los empleados para retener y atraer talentos diversos y apoyar el crecimiento y la productividad.
La encuesta de este año muestra una convicción cada vez mayor de que la vuelta a la oficina está prevista en un futuro cercano. De hecho, el 83 % espera un retorno total a la oficina en los próximos 3 años, un porcentaje significativamente superior al 64 % registrado en 2023.
Aunque la atención continúa centrándose en el debate sobre el lugar de trabajo, los CEO reconocen que existen otras cuestiones relacionadas con el talento que podrían afectar su crecimiento futuro.
Casi un tercio (31 %) afirma estar preocupado por los cambios en el mercado laboral, concretamente por el número de empleados que se jubilarán pronto y la falta de trabajadores calificados disponibles para sustituirlos.
En respuesta a la escasez de talento que se observa, el 80 % de los CEO coinciden en que las organizaciones deberían invertir en el desarrollo de habilidades y en el aprendizaje permanente dentro de las comunidades locales para garantizar el acceso a futuros talentos.
En la última década, los CEO renovaron su compromiso con la responsabilidad social y la sostenibilidad como fuente de creación de valor. En 2015, clasificaron al riesgo ambiental como el que menos les preocupaba. Pero este año casi una cuarta parte (24%) reconoce que la principal consecuencia de no cumplir con las expectativas en materia de ESG sería dar una ventaja a los competidores, superando a la amenaza a su propia posición (21%) y los desafíos en torno al reclutamiento (16%).
Además, a pesar de la creciente politización de la agenda de ESG en algunos países, los líderes son especialmente sensibles al impacto que estas temáticas pueden tener en la confianza y la reputación de su organización.
El 76% de los CEO dice que estarían dispuestos a desprenderse de una parte rentable del negocio si dañara su reputación, mientras que el 68% de los CEO afirman que tomarían posición sobre un tema político o social controvertido, incluso si el directorio expresara preocupaciones al respecto.
Sin embargo, más de la mitad (66 %) de los líderes admiten que no están preparados para enfrentar la evaluación y las expectativas de las partes interesadas con respecto a las cuestiones de ESG, lo que sugiere que planean tomar medidas para reducir estos riesgos.
En respuesta a las crecientes presiones externas y de las partes interesadas, los CEO también parecen estar cambiando la forma de comunicar sus esfuerzos en materia de ESG. En la encuesta global de este año, el 69% reveló que, si bien mantuvieron las mismas estrategias relacionadas con el clima durante los últimos 12 meses, adaptaron el lenguaje y la terminología que utilizan interna y externamente para satisfacer las nuevas expectativas de las partes interesadas.
Por ejemplo, las fuerzas políticas y sociales han llevado a algunas empresas a cambiar el lenguaje que utilizan, y algunas organizaciones prefieren utilizar términos generales como "sostenibilidad", en lugar del término más amplio "ESG".
En la encuesta de este año el 69% de los CEO revelaron que, aunque han mantenido las mismas estrategias relacionadas con el clima en los últimos 12 meses, han adaptado el lenguaje y la terminología que utilizan para satisfacer las necesidades cambiantes de las partes interesadas.
Por último, la encuesta de 2024 reveló un cambio generacional entre los CEO. Los líderes más jóvenes (78 % de los que tienen entre 40 y 49 años) admitieron sentirse más presionados para garantizar el éxito a largo plazo de su empresa que los líderes de más edad (68% de los que tienen entre 60 y 69 años).
Sin embargo, los más jóvenes también mostraron mayores niveles de confianza a la hora de afrontar algunos de los problemas críticos de su organización.
Aunque tienen menos confianza en que su organización pueda abordar todas sus prioridades de ESG simultáneamente en comparación con sus pares de mayor edad, confían más en su capacidad para hacer frente al control de las partes interesadas sobre las políticas de ESG.
Un 43% de los CEO de entre 40 y 49 años se muestran confiados en comparación con el 33% de los CEO de entre 50 y 59 años y el 30% de los que tienen entre 60 y 69 años.
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